Curioso título ¿Verdad? No es broma, estoy encantado de haber tenido este problema aquí.

Creo que ya sabéis que me he quedado un poco atrapado en la selva negra alemana. Es un sitio que me está encantando, tengo un amigo aquí y he conocido a gente única. Esa combinación hace que esté en Friburgo y todavía no sepa cuando me voy a ir.

Friburgo de Brisgovia dicen que es la capital de la selva negra, es una ciudad que me ha sorprendido mucho. No había escuchado hablar de ella y me encanta. La gente tiene un estilo alternativo que me recuerda un poco a Berlín, es muy distinta de lo que conozco del resto de Alemania.

Problemas mecánicos

Como no, de vez en cuando toca tener algún problema. Gracias a esto, somos conscientes de que la vida es como un videojuego en el que hay que seguir pasando niveles.

No sabría decirte si esta primera mitad de año he tenido bastantes problemas o no. Me quedé sin frenos cuando estaba en casa, cuando empezó a nevar en Suiza me quedé sin calefacción y tuve un ratón en la furgo unos días cuando estaba en las montañas. Ahora tocaba tener problemas mecánicos.

Ahora mismo en Friburgo hace mucho calor y sol, así que habíamos quedado para ir al rio a hacer una barbacoa. Llego al lugar y en el momento que estaba aparcando noto que el motor parece que se va a calar.

Tenía una sensación parecida a la que tuve una vez con mi vieja Volkswagen de los 80. Me ocurrió en una carretera francesa, la furgoneta se calaba. Así que enseguida imaginé que era un problema de que no llegaba gasoil al motor.

Con la furgoneta perfectamente aparcada abro el capó y en seguida veo esto:

Que suerte tengo

Ya he hablado antes de la suerte, me parece algo muy interesante. Lo normal sería pensar que he tenido mala suerte, ya que la furgoneta se ha quedado ahí y no se puede arrancar, pero viendo la situación me siento muy muy afortunado. ¿Por qué esto ha sido genial?

• Lo que se había roto era un manguito que había salido de una manguera de jardinería, vamos que no estaba pensado para eso.
• Se me rompió justo en el momento que había aparcado, si me hubiese pasado un minuto antes estaría en medio de una carretera estrecha de doble sentido sin poder mover la furgoneta.
• Me pasó en una ciudad y no en la punta de un monte. Por estadística lo normal sería que me hubiese pasado en un sitio como éste:

 

• Estaba al lado de unos jardines y un río con unas pozas donde poder refrescarme estos días de calor.
• Se trataba de una avería muy muy fácil de arreglar en la que no necesitaba ningún material caro.
• Tenía agua y comida suficientes.

Cómo lo ves, ¿Tuve suerte o no?

¿Qué hice?

Esa tarde la disfruté acompañado de gente, pasé allí la noche y al día siguiente empecé a buscar un manguito nuevo.

En el primer taller no lo encontré, en el segundo me dieron otro un poco más pequeño pero gratis y en el tercero me dieron justo el que necesitaba. Alguien que escuchaba mi historia en uno de los talleres me dijo:

¿Qué mejor sitio que éste para quedarte atrapado?

Aproveché la visita a la ciudad para cumplir con unos algunos quehaceres; ir a un banco, disfrutar de un Wifi gratuito, comprar unas cuantas cosas que necesitaba… Así que aunque no trabajé, fue una mañana productiva.

Llegué a la furgoneta y tras un refrescante baño en el río, me puse a ello. Con algún que otro problemilla y algún que otro mensaje con mi amigo Beñat, conseguí solucionar el problema.

¿Cómo lo veis vosotros? ¿Tuve suerte?

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