Cuesta abajo y sin frenos
Ayer tuve un susto importante. Después de comer con unos amigos, cogí la furgoneta y bajando por una cuesta muy pronunciada me quedé sin frenos.
Esta furgoneta es de 1994, así que ahora mismo tiene 25 años. He hecho más de 20.000 kms por Europa con un único problema mecánico. Me ocurrió en Holanda, en Noviembre del año pasado. La correa de la dirección asistida se rompió. Conduje un rato con el volante durísimo (me recordaba a mi vieja VW T3 de 1986 sin dirección asistida) hasta que paré en un sitio apto donde pude diagnosticar el problema.
Me costó bien poco solucionarlo, ya que por suerte estaba en una ciudad y a 20 minutos andando pude encontrar una tienda de repuestos de automóvil donde vendían la correa que se me había roto. La cambie en un momento con la ayuda de un señor que pasaba por la calle, éste me ayudó a empujar la furgoneta mientras yo colocaba la correa. Fue una reparación de 10€.
Uno de los sustos de mi vida
Ayer fue algo más peligroso que quedarme sin dirección asistida. Me quedé sin frenos bajando una cuesta.
De repente, cuando intentaba frenar, noto que el pedal de freno se hunde hasta el fondo, lo pruebo continuamente mientras reduzco marchas, pero seguía bajando. Ya me imaginaba estrellado contra las vallas de abajo que separan los raíles del tren de la acera. ¿Qué hubieseis hecho vosotros?
Fue exactamente aquí donde con la cabeza fría, se me ocurre tirar bruscamente del freno de mano. La furgoneta se cruza hacia la izquierda de forma violenta. Para evitar esa valla blanca y el bordillo, giro el volante hacia la izquierda. La furgoneta se cruza hacia el otro lado. El ruido de las ruedas patinando por el asfalto es increíble.
Finalmente consigo enderezar la furgoneta y frenarla justo en el stop que hay debajo de la cuesta. Fueron segundos larguísimos donde la furgoneta iba de lado a lado y todos mis enseres en la parte trasera caían al suelo.
No sé cómo se me ocurrió utilizar el freno de mano, pero fue una muy buena idea.
Hasta ahora, nunca había pensado en tener una furgoneta más moderna
Siempre me ha encantado tener vehículos con ciertos años. Para mi tienen muchas ventajas.
Las mecánicas son fáciles lo que hace que cualquier persona con nociones básicas de mecánica te puede echar una mano, si es que no lo puedes hacer tu mismo.
Casi no pierden valor en el mercado de segunda mano. Esto hace que tener una furgoneta salga prácticamente gratis, sobre todo a mi que las cambio bastante a menudo y no me da tiempo a hacerle muchísimos kilómetros. La compro por X y la vendo al tiempo por X también.
Y por último el precio. Me puedo permitir una furgoneta de gran tamaño y de marca reconocida si tiene ciertos años. Si no tendría que irme a una micro camper de este estilo.
Lo que viví ayer fue bastante terrorífico, pero la verdad es que estoy encantado de que me pasase allí y en ese momento. No había tráfico, conducía a no más de 30 km/h, tuve la sangre fría de pensar detenidamente qué hacer para parar la furgoneta, iba solo y casualmente hoy a la mañana tenía cita en el taller.
Espero que todos hayamos aprendido de que si el coche no frena hay que mantener la calma y probarlo todo, sobre todo acordarnos de que el freno de mano esta ahí.
😍 ¿Te ha gustado lo que has leído? 😍
Si quieres ayudar al proyecto de Viajando Simple:
- He publicado un libro. Puedes comprar esta guía para ti o para otra persona interesada en el mundo camper.
- ¿Vas a comprar algún producto en Amazon? Puedes hacerlo a través de mis enlaces, gano una pequeña comisión sin que a ti te cueste nada extra y así apoyas estos contenidos. O incluso puedes echar un vistazo a mis artículos favoritos.