Estrés cuando salgo de «casa»
No se porqué pero cada vez que vuelvo a «casa» y tengo que prepararme para irme otra vez me agobio.
Ya es la tercera vez que me pasa.
Junio de 2018
El verano pasado fue cuando salí por primera vez de viaje después de dejar el trabajo. Quería tener la furgoneta totalmente preparada, haber sido capaz de quedar con todos mis amigos y haber cocinado cosas que no podría cocinar en la carretera.
Fueron unas semanas de estrés intenso. Pero una semana antes me relajé y me centré en hacer las cosas que seguro que no podría hacer en ruta. Como por ejemplo cortar madera y hacer agujeros con una herramienta especial que tenía que pedir prestada.
Al final salí sin luces, sin el asiento giratorio que quería instalar, sin cortinas… Pero la verdad es que todo resultó genial, ya que con tiempo y calma fui instalando esas pequeñas cosas.
Lo que nunca voy a olvidar , es el momento exacto de partida, fue sentarme en la furgoneta y relajarme. Me daba igual todo.
Enero de 2019
Después de Reyes, partía hacia el Algarve para vivir una experiencia que seguro será de lo mejor del 2019. Pasé unos días al sur de Portugal en un Ashram. No tenía ninguna expectación, iba allí solo para visitar a una vieja amiga que insistía en que tenía que conocer el lugar. Me pareció un sitio mágico.
Esta vez salí de «casa» con Pavarotti, mi peludo amigo. Todo era distinto. Él ocuparía gran parte de espacio en la furgoneta y en mi cabeza. Los días previos a la salida fueron de aclimatación para Pavarotti y de estrés para mi.
Abril de 2019
Pensaba que ya habría aprendido de mis errores, pero no es así. No me ha dado tiempo a hacer lo que tenía en mente para esta parada. Quería homologar la furgoneta con el nuevo asiento giratorio, cambiar cortinas, poner una mesa supletoria y buscar una forma de tapar los bajos de la cama. No me convencían ni la tela que tenía en un principio, ni las tapas con la cara de Pavarotti que había preparado en Enero.
¿Cuántas cosas he hecho? Cambiar las cortinas. Nada más. Pero la verdad es que no he parado.
He pasado mucho tiempo con mi familia, que ha sido genial. Respecto a la furgo, con la ayuda de mi amigo Beñat, he hecho bastante mantenimiento cambiando el filtro de gasoil, los calentadores y las pastillas de freno. También he aprovechado para hacer mucho orden de las cosas que tengo en «casa» y no viajan conmigo. Incluso un día antes de salir cambié el aceite.
También tuve la suerte de encontrar mi anterior furgo. ¡Que recuerdos!
Pavarotti pasó su Itv anual con algún problemilla. Tenía gingivitis y le tuvieron que quitar 4 dientes. Por lo menos ahora sabemos de dónde le venía ese aliento tan fétido.
Pasé unos días en el parque nacional de Urkiola y acudí a un taller sobre el método Wim Hof en Bilbao.
También me bañé unas cuantas veces en el mar para practicar lo recién aprendido.
Otra cosa que he hecho es cocinar un montón, sobre todo con el horno ya que es de lo poco que echo de menos en la furgo. Si no me falla la cuenta he cocinado una calabaza por semana. Una buena ronda de croquetas tampoco podía faltar.
Creo que la siguiente vez me lo tomaré con más calma y no tendré muchas expectativas. Haré lo que me apetezca hacer y lo que no, pues para la siguiente. ¿Te lo crees?
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