Llevo ya dos meses viajando con mi gato Pavarotti en la furgoneta, y os quiero hablar de lo bueno y lo malo de viajar con un gato.

Cuando empecé a viajar con él a mediados de Enero os conté mis primeras impresiones. Pero han cambiado algunas cosas, sobre todo porque ahora él se siente más seguro.

Lo bueno de viajar con un gato

Me encantan los gatos, tan inteligentes y tan tontos, tan predecibles y tan impredecibles, tan cariñosos y tan ariscos. Los videos de gatos son los que más visualizaciones tienen en internet. ¿Por qué nos gusta tanto verles?

Aunque reconozco que disfruto mucho viajando solo, Pavarotti me hace mucha compañía. Cuando estoy con el ordenador se pone en muy cerca, cuando me meto en la cama se mete conmigo y se pega a mi, cuando conduzco se pone en mi regazo… No se si busca cariño o simplemente calor humano, pero me gusta.

Ver como cambia de actitud me parece muy divertido. Se puede pasar horas y horas tranquilo y durmiendo, pero de repente se pone a correr y a saltar por la furgoneta de un lado para otro.

 

Saber que alguien te necesita es una sensación curiosa. De repente me mira fijamente de cerca y me maulla, así es como sé que no tiene comida, agua o simplemente quiere salir. Cuando le saco a pasear me lleva por sitios que seguro que yo no iría, sitios de difícil acceso para los humanos, es divertido.

Lo malo de viajar con un gato

Igual que hablaba de esa sensación extraña sobre que te necesiten antes, lo hago ahora. Pavarotti, me hace ser menos independiente.

• No puedo aparcar en cualquier sitio. Odia los ruidos de coches pasando cerca y tampoco puedo dejar la furgoneta al sol porque se calienta demasiado. Así que cuando aparco pienso mucho más en él que en mi.
• No quiero dejarle solo todo el día.  Ya os he hablado de Couchsurfing anteriormente, es algo que es muy difícil practicar viajando con él.
• No puedo dejar las puertas abiertas. Si por él fuera estaría casi todo el tiempo fuera investigando, pero eso no es posible como ya he comprobado. Además Portugal esta lleno de perros vagabundos y Pavarotti quiere atacarlos. Así que casi nunca puedo dejar las puertas abiertas porque se escaparía. He comprobado que ponerle la correa atada a un sitio fijo tampoco es una buena solución.

Pues esto es lo que os puedo contar sobre qué es para mi lo bueno y lo malo de viajar con un gato, pero me imagino que cada felino es diferente. Ésta simplemente ha sido mi experiencia tras explorar el Algarve con Pavarotti durante casi dos meses. Pero aun queda lo más importante.

¿Pavarotti es feliz viajando conmigo?

Ojalá tuviese la respuesta. Sé que le encanta salir a explorar y mirar por la ventana, ¿Y el resto?

 

No disfruta cuando conduzco, cuando hay muchos ruidos, cuando hay gente, cuando no puede salir… Yo pensaba que se acostumbraría a todo esto, pero ya han pasado dos meses y veo que no. A mejorado mucho, pero creo que no disfruta. Si fuese un gato de pocos meses estoy seguro de que ya se hubiese acostumbrado. Pero Pavarotti ya tiene 5 años, es todo un señor.

Así que he decidido que deje de viajar conmigo, por suerte tengo un buen amigo que le va a cuidar.

 

---

😍 ¿Te ha gustado lo que has leído? 😍

Si quieres ayudar al proyecto de Viajando Simple:

1. He publicado un libro. Puedes comprar esta guía para ti o para otra persona interesada en el mundo camper.
2. ¿Vas a comprar algún producto en Amazon? Puedes hacerlo a través de mis enlaces, gano una pequeña comisión sin que a ti te cueste nada extra y así apoyas estos contenidos. O incluso puedes echar un vistazo a mis artículos favoritos.