Viajando acompañado
En el último mes he tenido visitas en mi casa rodante. Ha sido como cuando hacía Couchsurfing pero con amigos y en mi furgoneta en vez de en una casa de 70m2.
Llevo casi un año y medio viajando solo y teniendo pocas visitas, pero casualidad he tenido dos bastante seguidas. Normal, ¿Quién se puede negar a descubrir el paraíso de Noruega sin tener que pagar restaurantes ni alojamiento?
Cosas buenas de viajar acompañado en furgoneta camper
Una cosa que he pedí a las dos personas que me acompañaron estos días es que marcaran la ruta a seguir. Una de las cosas que menos disfruto después de vivir viajando casi un año y medio es organizar que ver en poco tiempo. Así que yo simplemente conducía a los lugares que querían ver. Tenía confianza plena y además, en Noruega, es imposible no encontrarte algo alucinante a la vuelta de la esquina.
En los dos casos me he llevado una grata sorpresa. Pensaba que al tener solo unos días aquí querrían ver mucho y estaríamos todo el rato yendo a lugares y descubriendo rincones nuevos. Por eso estaba preparado y los días anteriores me había dedicado a estar muy tranquilo leyendo y trabajando mucho, así cuando llegasen tendría trabajo adelantado y muchas ganas de salir ahí a explorar. Pero al final el ritmo ha sido mucho más tranquilo de lo que me imaginaba.
En Noruega ya hace frío y es de agradecer tener a alguien en este espacio reducido ya que ayuda a que la temperatura sea más alta, sobretodo en la cama. Yo que soy un loco de la temperatura, he visto como la diferencia entre el interior y el exterior cada mañana era muy superior a cuando estoy solo.
Limpiar y cocinar es genial también. Cuando están dos personas uno puede cocinar mientras otro se relaja, incluso para limpiar es ideal ya que aunque se ensucia más, se limpia menos a menudo.
Las cosas malas de viajar acompañado en furgoneta camper
Orden
Los primeros días en ambos casos han sido un poco caóticos dentro de la furgoneta en cuanto al orden se refiere. Donde estás acostumbrado a que haya un espacio libre para dejar las zapatillas hay una mochila grande además de más zapatillas. La furgoneta es pequeña y estoy acostumbrado a que esté organizada, pero por suerte soy mucho menos maniático que hace unos años y estas dos amigas han tenido todo muy organizado en todo momento.
Traviajar
Tengo la suerte de que la mayoría del trabajo que hago es para mi, así que tengo mucha flexibilidad. Cuando he estado acompañado he trabajado poco. Eso es gracias a que antes y después de tener estos invitados he adelantado mucho trabajo.
Incluso para este blog y para las cuentas de Instagram/Facebook/Twitter tenía mucho contenido programado para no tener que estar pendiente de todo ello y que siguiese funcionando con normalidad.
Aun y todo casi todos los días he dedicado entre una y dos horas a hacer labores que debían de ser atendidas. Esos momentos la verdad es que no fueron muy productivos sobre todo por tener a escasos metros de ti a alguien que aunque sin querer, te distrae mucho.
He sido consciente de cómo en una hora acompañado no podía rendir ni la mitad que en el mismo tiempo estando solo. No solo por las distracciones, sino porque cuando estoy solo, entro en esa rutina de despertarme muy pronto y beber té durante horas mientras trabajo. Estoy en estado de Flow y me siento muy muy productivo. Estoy seguro de que tampoco podría estar así en una oficina tradicional.
Conclusión
La verdad es que estoy encantado de viajar como viajo, solo y acompañado. Me encanta esta combinación de pasar tiempo solo y tiempo acompañado. Ahora mismo no se me ocurre muchas mejores formas de vivir la verdad. Incluso creo que tener más visitas creo que sería genial. Una proporción buena podría ser tener 10 días al mes a alguien viajando conmigo.
Durante los seis meses que viajé el año pasado me forcé a viajar solo. No fui a zonas donde tuviese amigos y apenas hice Couchsurfing. Simplemente quería saber al cabo de cuantos meses me sentía solo.
Tras medio año, me di cuenta de que ese día no llegaba, pero decidí que ya era el momento de empezar a estar con más gente, me apetecía. Lo que me pregunto es, ¿Si hubiese viajando con alguien durante esos seis meses, me apetecería empezar a hacerlo solo?
En 2019 sigo viajando solo pero me encuentro con bastante gente en el camino. Pasé unos días inolvidables en Portugal con Johanna mientras vivía en un Ashram (de lo mejor del 2019), estuve semanas con alguien muy especial en el Algarve, pasé un mes y medio en «casa», luego unas vacaciones en familia en Suiza, estuve con muchísimos amigos en Alemania y he ahora, he viajado acompañado en Noruega.
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