Sueños lucidos III

Sueños lucidos III

El otro día fue un día muy muy especial. Cumplí un año viviendo y viajando en una furgoneta, pero lo que no sabía es que empezaría de esta forma.

Exactamente el 29 de Junio de 2018 salí con mi antigua Volkswagen sin fecha de vuelta. Y ahora un año más tarde, lo celebro como si de un cumpleaños se tratase.

La verdad es que este primer aniversario fue un día genial, pasé la mañana viendo furgonetas para un amigo que vive en Berlín, compramos una, y horas más tarde habíamos empezado a vaciarla y a pensar en diferentes distribuciones. A la tarde hice la cena para unos amigos y disfrutamos de una puesta de sol y unas charlas muy interesantes en un sitio mágico, Tempelhof.

Pero bueno que me lío. Quiero contaros cómo tuve un sueño lúcido antes de empezar el día. Por si alguno no sabe lo que es, aquí os dejo un resumen y mi primera experiencia.

Llevo una temporada que con mi prima y unos amigos suyos, compartimos los sueños al despertarnos. Esto ayuda muchísimo a tener sueños lúcidos y desde entonces ya he tenido dos.

Aquí tenéis lo que escribí esa mañana al poco de despertarme.

 

Hoy es un día increíble. Tengo dos cosas que celebrar, hace un año que empecé a vivir y a viajar en una furgoneta y es que además he tenido un sueño lucido genial.

El sueño a empezado mientras bajaba por una carretera conduciendo una moto. Unos niños jugando en medio de la carretera hacían que estuviese molesto. Estos me tocaban el manillar de la moto y no se muy bien cómo, me doy cuenta de que están jugando con una bici que no es suya.

Cojo lo bici y la voy a llevar a un garaje que hay ahí (no se porque sabia que la bici tenía que estar ahí). No puedo abrir la puerta de acceso peatonal al garaje, así que espero que salga alguien. En cuanto sale un chico, le pido que sujete la puerta, que quiero entrar. Me mira y me dice; ¿Qué haces con mi bici? Le explico la situación y le acompaño al garaje a dejar su bici. Me dice que no sabía porque pero que se imaginaba que alguien más la estaba usando.

Al llegar a su garaje veo que mi furgoneta está aparcada ahí. Pienso que también es mi garaje. Le digo que esa furgoneta es mía y él dice que no, que es suya.

Al parecer estábamos compartiendo la furgoneta. Él decía que a veces pensaba que le habían robado la furgoneta, pero luego volvía a aparecer en el garaje. Le digo que he usado mucho esa furgoneta y él responde que ahora entiende porque a veces no está en el garaje.

De repente me doy cuenta de que el garaje está en Vancouver, y que yo no, algo muy raro. Es como si fuese mi garaje pero que está en una realidad paralela en Canadá. Le explico a él y a sus amigos (que están allí) que esto es imposible, que será un sueño. En ese momento me miro las manos para comprobar que esto efectivamente es un sueño, y sí, mis dedos son rarísimos.

Ahora que se que estoy soñando, les explico a todos los que están allí que esto es mi imaginación, que no son reales. Me dicen que no, así que les enseño cómo puedo atravesar la palma de mi mano con un dedo.

Decido irme de ahí volando del lugar. Por fin lo consigo, en anteriores sueños lúcidos lo intentaba pero solo conseguía planear o saltar alto. Con los puños hacia adelante, voy volando como Superman muy cerca de la gente por mi ciudad. Observo el cielo, ya que en todos mis sueños tiene unos colores espectaculares.

Hay una carrera ciclista y voy volando y tocando cascos hasta que de repente me encuentro con unos amigos. Les explico excitadísimo que estoy soñando, me miran como si estuviese loco. Les digo que me voy a atravesar la mano con un dedo, lo intento pero no lo consigo y estos se ríen de mi.

Vuelvo a mirar el cielo, en una zona, los colores son como de la carta de ajuste de las televisiones antiguas.

Se que estoy soñando así que lo vuelvo a intentar el truco de atravesarme la palma de la mano y esta vez consigo hundir mi dedo índice un par de centímetros. Aunque no la travieso todos alucinan.

Ya había empezado a pensar en que me estaban pasando muchas cosas que no quería que se me olvidasen. Pido a mis amigos que me despierten. Como ni ellos ni yo no sabemos como hacerlo, decido utilizar la técnica que aprendí cuando era niño, echarme al suelo y dormirme para así despertarme.

Y así fue como me desperté en Berlin, en mi furgoneta, esa que solo comparto en sueños.


😍 ¿Te ha gustado lo que has leído? 😍

Si quieres ayudar al proyecto de Viajando Simple:

  1. He publicado un libro. Puedes comprar esta guía para ti o para otra persona interesada en el mundo camper.
  2. ¿Vas a comprar algún producto en Amazon? Puedes hacerlo a través de mis enlaces, gano una pequeña comisión sin que a ti te cueste nada extra y así apoyas estos contenidos. O incluso puedes echar un vistazo a mis artículos favoritos.

Un comentario en «Sueños lucidos III»

  1. Que buena!!!
    Mañana vuelvo a compartir en el grupo que lo he ido dejando y ahora me das envidia!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *