Hoy no sabía qué escribir y me he metido en los borradores de viajandosimple.com.

He encontrado esto. Que es la continuación de esté otro artículo.

Lo escribí nada más terminar el taller sobre el método Wim Hof en Bilbao hace más de un año.

Espero que os guste.

Si no tienes ni idea de qué es el método Wim Hof te recomiendo leer este artículo que escribí hablando de mis experiencias tras empezar a practicarlo en 2016.

Taller sobre el método Wim Hof con Andri Iceland

El día ha empezado con relajación como siempre, una charla corta sobre cómo nos sentimos y luego la sesión de respiración.

Esta vez ha sido diferente.

He sentido que mis brazos y manos vibraban como ayer, pero según se acercaba la última sesión, me emocionaba, me salían lagrimas.

Al parecer es normal sentir calor, frío, tristeza, angustia, ganas de llorar, ganas de gritar…

Debemos de exteriorizar más nuestros sentimientos. Reprimirse es muy malo. ¿Por qué guardarse cosas dentro?

El ego

Prácticamente no sabía lo que era el ego hasta este taller, donde no sé muy bien por qué han sacado el tema.

Parece que me conocían.

Todo el mundo tiene la razón. ¿Por qué no? ¿Quién lo dice?

No juzgues y pregúntate cosas. Sal de tu zona de confort, es donde más aprendes. Todo está en nuestra mente. El cielo no es el límite, nuestra mente lo es.

Ejemplo

Prueba a hacer un estiramiento y ver hasta donde eres capaz de llegar. Haz cinco respiraciones cogiendo el máximo oxígeno que puedas, mantén la respiración 3 segundos, y al soltar vuelve a probar. Seguro que llegas más.

Pero no pares ahí, quédate en ese punto al que has llegado, haz otras tres respiraciones llenando los pulmones al 100% aguanta la respiración y al exhalar, intenta ver si llegas un poco más.

Vuelve a hacerlo, siempre quedándote donde has llegado.

Personalmente aluciné con esta prueba.

Más cosas

Simplemente con hacer tres sesiones de unas 35 respiraciones, pasaremos 24 horas respirando muchísimo mejor.

Después del taller es normal tener sueños agitados, llorar, todo depende de tu estado de ánimo y tu nivel de estrés.

Se abre la caja de pandora nos dijeron.

Tras la sesión de respiración yo me siento muy muy relajado, nada parecido a como me sentía cuando lo hacía por mi cuenta. Es como estar en una nube.

El cambio de frío al calor no tiene nada que ver con el método Wim Hof. Los finlandeses lo hacen de otro modo, nunca pasan más de 1 minuto en agua fría.

Los beneficios del método Wim Hof en cambio son a partir de un minuto o minuto y medio en agua helada, lo ideal es una temperatura entre 0 y 6 grados centígrados.

Esto es debido a que a partir de ese tiempo es cuando los pequeños poros que tenemos en los pulmones se abren.

Puedes meterte y salir del agua las veces que quieras, entrar un poco, salir, sentir, entrar más, sentir más, volver a entrar… No es aconsejable pasar muchísimo calor después de tanto frío.

El poder de nuestra respiración calmada nos calentará. La posición del guerrero nos calentará.

La cantidad ideal para la exposición al frío son dos minutos.

Nuestra mente es la que no nos deja hacer cosas, pensamos que somos vagos, que estamos deprimidos, que no tenemos fuerza de voluntad, que no tienes elasticidad, que no te sabes mover.

No estaba convencido

Cuando me registré en el taller no estaba 100% convencido.

Para qué me iba a apuntar a aprender algo que ya llevo desde 2016 practicándolo y me funciona bien.

Me alegro mucho de haber acudido. He aprendido hacer el método de una forma más eficaz, he aprendido el poder de la mente, me han enseñado a no estresarme y he conocido a gente con historias increíbles.

Un ejemplo; me he bañado muchas veces con el agua entre 10 y 14 grados en el mar, y aunque ya estoy un poco acostumbrado, nunca he estado relajado. Me muevo, nado, entro, salgo…

En cambio, recuerdo el primer baño en la piscina helada. Gracias al control de mi respiración, de mi mente, y de simplemente rendirme al frío, estaba calmado. Sabía que todo estaba bien y que no era nada más que agua fría.

En este taller hicimos la sesión de baño con agua helada 4 veces, una por la mañana y otra por la tarde, cada día.

La primera me sentí muy relajado, la siguiente también, en cambio la tercera no, tenía la cabeza en otro sitio, no podía centrarme en mi respiración, así que enseguida empecé a tiritar.

La última sesión de exposición al frío se acercaba, tenía ganas. Ganas de disfrutarla.

Así que me senté y me relajé, escuchaba las indicaciones de Andri con los ojos cerrados, parecía venir de otra galaxia, estaba ahí disfrutando, recuerdo que me pedía que respirase de forma más lenta y que todo estaba en la exhalación.

Solo es agua fría. – me decía Andri suavemente a la oreja.

Cuando me hablaba me desconcentraba un poco y empezaba a pasar frío, pero en seguida recuperaba la atención a mi respiración y volvía a ese estado de relajación.

Si estas en agua helada no piensas en que vas a cenar o en algo que te dijo un amigo que no te gustó. Solo puedes pensar en tu cuerpo. Esto hace que sea una especie de meditación.

Solo puedo terminar recomendando este método que ayuda a miles de personas en todo el mundo.

Se está haciendo muy popular, pero estoy seguro de que en unos años será más aún. Ayuda contra la inflamación, el estrés y el sistema inmune. Tres grandes problemas que tenemos hoy en día en esta sociedad.

No hace falta asistir a un taller, yo lo he practicado y disfrutado durante años y ahora tengo ganas de darlo a conocer.

Pero si tienes la posibilidad acude a un taller. Tienes más info en la web de Wim Hof.

Déjate de mierdas, es solo frío.

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