10 excentricidades que te pueden pasar viviendo en una furgoneta camper

10 excentricidades que te pueden pasar viviendo en una furgoneta camper

Después de unas cuantas noches pasadas en distintos vehículos, os contaré 10 excentricidades que te pueden pasar viviendo en una furgoneta camper.

1. Que alguien te despierte de madrugada para ofrecerte una cerveza

Pues sí, nos pasó en Australia, dormíamos en un parking de una playa, cuando de repente nos tocan la ventana. Con un susto importante en el cuerpo, abrimos las cortinas y vemos a un Aussie contentillo ofreciéndonos una cerveza. ¡Que simpático! ¡Pero ahora mismo no, gracias!

2. Despertarte a 2 grados en la furgoneta

Me pasó en Huelva, en noviembre. En el viajasso del que os hablé el otro día. La vieja furgo no tenía ningún tipo de aislamiento térmico. Por lo que siempre me despertaba a la misma temperatura que hacía en el exterior. Esa noche fue a 2 grados. Me desperté y salí a correr.

A 2 grados en la furgo
¡Habrá que calentase!

3. Que alguien se acerque ofreciendo sacar una foto de la estampa.

También en Australia, estábamos desayunando enfrente de un lago si no recuerdo mal, cuando una señora que pasaba por ahí, se acercó para decirnos si queríamos que nos sacase una foto, que estábamos de postal. ¡Pues claro señora!

 

4. Que un gato se meta en tu furgoneta.

Me ha pasado ya un par de veces. No se si es que saben que a mi me encantan los felinos o es que simplemente buscan comida.

 

Gato en la Volkswagen T3
Invitado sorpresa

5. Que venga alguien a echarte aunque al final te diga que desayunes tranquilo y luego te vayas.

Nos pasó en un parque nacional, preparando el desayuno después de haber dormido ahí. Con el techo elevable levantado, se acerca un trabajador y nos dice que no podemos estar ahí. Nos ponemos nerviosos a recoger todo, cuando nos mira con una sonrisa y nos dice que desayunemos tranquilamente y que luego nos vayamos.

6. Preguntar si puedes acampar fuera de la casa de alguien y que te diga que no.

Lo contaba la familia Zapp. Viajaban con su coche, cuando una de sus primeras noches se acercaron a una casa particular para preguntarles si podían pasar la noche fuera de su terreno. Los propietarios les dijeron que no, que por favor pasaran a cenar con ellos y a dormir en su casa.

 

Excentricidades que te pueden pasar viviendo en una furgoneta camper
Familia Zapp

7. Que te eche de un sitio la policía

Hace poco, en Hossegor, nos echó la policía. Lo más curioso es que nos dio un papel con las leyes locales y los campings más cercanos. También nos dijo donde sí puedes aparcar en la calle para dormir en tu vehículo.

8. Ir conduciendo por una carretera con una vistas increíbles y que un fotógrafo deje de fotografiar el mar para apuntar hacia tu furgoneta.

No me acuerdo exactamente donde era, pero si recuerdo que era una carretera al borde del mar, con unas vistas flipantes. Había una pareja con una gran cámara y la mujer le hacía gestos al hombre el cual se daba la vuelta para sacarme una foto.

9. Despertarte con gemidos.

Muchas veces esos parkings con vistas tan geniales que solemos encontrar para pasar el día, se convierten de noche en picaderos para parejas. Así que despertarte de noche con los gemidos de un coche que tiene los cristales totalmente empañados, no te debería sorprender.

10. Que venga la policía dos veces en poco más de una hora

El otro día me encontraba en las afueras de Praga, en una especie de bosque, cuando apareció la policía. Yo me puse a hablar en inglés, pero no me entendía. Mi sorpresa fue que él empezó a hablar un casi perfecto castellano. Me preguntó que hacia ahí y la verdad es que no supe muy bien que responderle. En ese momento creo que yo estaba con el ordenador. Empezó a mirar la furgoneta, creo que no había visto nunca nada igual (no se ven furgonetas camper por Eslovaquia y por la República Checa). Me dijo que en Praga las autocaravanas estaban prohibidas, pero como por fuera parecía una furgoneta de transporte que no había problema.

Luego me dijo que pensaba que estaba deshaciéndome de escombros. Me dijo que podía estar ahí, pero que si venían sus compañeros igual me echaban.

No habían pasado ni dos horas cuando apareció otro coche patrulla. Se bajan y me piden el pasaporte, estos ni eran tan majos ni sabían castellano. Pero tampoco me echaron. Al rato me fui de allí porque no me sentía muy cómodo.

 

Estas han sido algunas de las excentricidades que te pueden pasar viviendo en una furgoneta camper. Pero este viaje no ha acabado aún, seguiré compartiendo las siguientes.


😍 ¿Te ha gustado lo que has leído? 😍

Si quieres ayudar al proyecto de Viajando Simple:

  1. He publicado un libro. Puedes comprar esta guía para ti o para otra persona interesada en el mundo camper.
  2. ¿Vas a comprar algún producto en Amazon? Puedes hacerlo a través de mis enlaces, gano una pequeña comisión sin que a ti te cueste nada extra y así apoyas estos contenidos. O incluso puedes echar un vistazo a mis artículos favoritos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *