He intentado evitarlo, pero estoy rodeado de nieve. Como os dije hace poco, la nieve es a lo único que le tengo miedo si conduzco.

Durante días he mirado el pronóstico para pasar las que parecían las zonas más conflictivas del norte de Suecia. Así que he pasado dos días conduciendo en los momentos que menos probabilidad de nieve o hielo había en las carreteras. Ayer me encontraba en la ciudad de Kiruna. Estaba llena de nieve pero las carreteras estaban perfectas. Os recuerdo que viajo con neumáticos de verano.

Estando en esa gran ciudad, pensando que iba a escapar de la nieve tras salir de allí, busqué mi próximo destino. Encontré un increíble lago con una cabaña en la aplicación de Park4Night.

Llegué con el cielo azul a este lugar que me recibía con una chimenea, leña y vino blanco.

Estaba solo, y pensé que éste era uno de los momentos que viajar acompañado, o encontrarme con un Sueco, hubiese sido ideal para poder compartir este bello lugar y unas buenas charlas.

En seguida las temperaturas bajaron mucho, así que miré el pronóstico. Daban posibilidades de nieve durante la noche y la mañana.

¡Para un día que no me preocupo! Se me pasó por la cabeza irme del lugar, pero era tarde y me encantaba. Además me imaginaba que sería muy poca nieve y que no tendría problemas. Además, cuando suelo conducir es al mediodía, y a esa hora no estaba anunciado mal tiempo.

Al calorcito

Empezaba a anochecer, así que me propuse encender la chimenea. En ese momento fue cuando llegó un coche. Una pareja de alemanes que viajan con su tienda de campaña por los países escandinavos, tenían planeado pasar la noche en dicha cabaña.

Fue genial compartir historias de con ellos. Hablamos de viajes, de trabajo, de furgonetas…todo esto en la cabaña, al calor del fuego.

A la noche me despedí para irme a la furgoneta a dormir. Me dijeron que me fijase en las estrellas, que se veían increíbles desde esta zona. Efectivamente era una noche perfecta. Así que me decidí a sacar alguna foto de la furgoneta con las estrellas.

Esta fue la primera foto que hice. Comprobé que esa ligera luz verde, que mis ojos pensaban que era debido al brillo de la luna, no lo era. En seguida el cielo se fue haciendo más verde y esta pareja de alemanes vieron por primera vez Auroras Boreales con sus propios ojos.

Tras una hora sacando fotos y viendo este espectáculo a cero grados, me metí en la cama.

Buenos días

Así me he despertado hoy. Todavía no sé cómo saldré de aquí. Para llegar a este lago conduje durante varios kilómetros por una pista con barro. En ese momento (antes de nevar) no me inspiraba mucha confianza para recorrerla con una furgoneta como la mía y con unos neumáticos como los que calzo. Pero bueno, seguro que con la nieve todo es mucho más fácil (ironía).

Al final voy a vivir la aventura que no quería vivir.

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