Cambio de planes, me vuelvo a casa
Lo primero quiero contaros lo contento que estoy de estar en el norte de Noruega. Si bien no he llegado a Cabo Norte (considerado por muchos como el fin de la etapa) he llegado a las Islas Lofoten, la que sí era mi meta.
Estar donde estoy es algo que me rondaba la cabeza desde principios de año. Como mis planes siempre cambian, pensaba que éste momento probablemente no llegaría. Estaba seguro de que algo me frenaría para llegar hasta donde he llegado; la furgoneta se podía averiar, podía conocer a gente espectacular, podía quedarme sin dinero…
Estos eran los miedos que tenía y que pensaba que podían frenar en mi llegada al norte de Noruega. Tengo que deciros que la furgoneta ha pisado talleres, he conocido a gente increíble e incluso me he quedado prácticamente sin dinero. Así que estoy muy orgulloso de que nada de esto me haya frenado.
Mi plan original
Según me acercaba a Noruega, mi plan era pasar los meses de Agosto, Septiembre y Octubre en el país escandinavo. En Noviembre empezaría a bajar por Suecia para volver a «casa» en navidades. Todo ha ido sobre lo previsto, hasta ahora.
En Agosto estuve sobre todo en la parte sudoeste del país, haciendo unas rutas increíbles como Preikestolen y Kjerag. También he visto muchísimos fiordos preciosos y cascadas gigantes. Viajé solo por un tiempo, pero luego me acompañó mi buena amiga Johanna.
Tras pasar el Círculo Polar Ártico, a principios de Septiembre, cogí el ferry para ir a las islas Lofoten. Unas islas impresionantes, muy pequeñas que son de lo más bonito que he visto nunca. También pasé una temporada solo y otra acompañado.
Ahora, a principios de Octubre, me he ido de las Lofoten para conocer lo que hay un poco más al norte.
Mi nuevo plan
Mi intención era quedarme todo el mes de Octubre en el norte de Noruega, incluso pensé en visitar Cabo Norte. Finalmente decidí pasar más tiempo en Lofoten en vez de ir hasta la parte más al norte de el continente.
Llevo una semana en la que mucha gente me envía fotos sobre la ola de nieve que hay en norte del país vecino, Suecia.
Mis primeros pensamientos fueron que en cuanto tuviese un poco de miedo en las carreteras Noruegas, por culpa de la nieve, empezaría a bajar hacia el sur por Suecia.
Comencé a preguntar a gente que había viajado por aquí en esta época o que estaba ahora por la zona. Las respuestas eran diferentes, desde «Tranquilo, no tendrás problemas» hasta «vete ya» o incluso «pon ruedas de clavos y sigue».
Mis opciones eran: poner ruedas de clavos o irme
Un juego de ruedas de nieve me podía salir por unos 800€ (no los encontré de segunda mano) y lo peor es que luego, en el sur de Suecia, tendría que intentar venderlos y comprar otros nuevos. Esto podría ser una buena opción si mi idea fuese viajar por aquí por mucho tiempo, pero no lo es. Quiero volver a casa en Diciembre y tengo muchos kilómetros que disfrutar. Así que la opción que he elegido, es volver.
Suena fácil, pero no lo es
Como os digo, ahora mismo el norte de Suecia (por donde tengo que conducir) está enterrado en nieve y aunque el pronóstico no da más nieve, las temperaturas siguen siendo demasiado frías. Con mínimas de -9 °C no me siento seguro conduciendo con las ruedas que tengo, así que esperaré a que las temperaturas vuelvan a subir (ya que según las estadísticas no suele hacer tanto frío en esta época).
Tengo miedo
Normalmente no hablo de mis miedos aquí, pero esta vez he decidido de hacerlo.
No tengo muchos miedos en esta vida, pero conducir con hielo/nieve es algo que me horroriza. Mucha gente me dice que voy a vivir una aventura y que serán más anécdotas que contar, pero en mi cabeza ni yo soy un aventurero, ni me gusta pensar que mi hogar y yo podemos estar en riesgo.
Uno de los pocos accidentes que he tenido en mi vida fue por culpa del hielo en la carretera. Conduciendo con mi familia, vimos en la autopista muchos coches parados con las luces de emergencia a menos de un kilómetro de distancia. Por suerte mi padre conducía muy despacio (raro en él en aquella época). Al ver todos esos coches piso el pedal del freno, así fue como se dio cuenta de íbamos sobre hielo. Nos dijo que nos agarrásemos que nos íbamos a chocar con los coches de enfrente.
Mi padre que no tiene ningún miedo a conducir, teme a la nieve. Tenerle a él como referente y haber vivido esa experiencia hacen que yo también tenga miedo a conducir en estas condiciones.
¿Qué voy a hacer?
De momento sigo disfrutando de sol y temperaturas de entre 3 y 12 grados al norte de las islas Lofoten además de noches muy especiales.
Pero en cuanto vea que las temperaturas suben en el norte de Suecia, para allí que voy. Estoy a tan solo tres horas de la frontera, donde ciudades como Albisko se encuentran envueltas en nieve.
Conduciré solo al mediodía, cuando hay más luz y las temperaturas son más altas, así que no creo que tenga demasiados problemas.
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2 comentarios en «Cambio de planes, me vuelvo a casa»
Es normal, mucha paciencia y al toro! La nieve tiene sus riesgos pero poco a poco llegarás! Sin prisas y disfruta del paisaje. Un saludo desde Sevilla.
Gracias por tu mensaje Vero! Poquito a poco eso es. Ya he salido de la zona de nieve. Aunque echo de menos Noruega tengo muchas ganas de lo que me queda hasta casa.