Si me seguís en Instagram habréis visto que he estado todo el mes de agosto comprando «sin plásticos«.

Lo pongo entre comillas porque sí que he pecado en algún momento. Pero estoy muy contento con cómo ha ido.

Si me conoces, sabrás que después de probar el método Wim Hof durante 30 días en 2016, me enganché a hacer un calendario y a tachar los días que cumplo un nuevo hábito que previamente me he propuesto.

#30díassinplásticos

Junto al mes sin azucar, pasarme 30 días sin consumir plásticos, era uno de los retos que más complicados me parecían.

Por eso lo fui retrasando.

Pero motivado por Eider, una chica muy simplástica, el 1 de agosto empezó todo.

Además ha sido el primer reto que he compartido en redes sociales invitando a la gente a que se uniera.

Fue una decisión genial. Creo que lo volveré a hacer.

Otra cosa que he empezado a hacer este mes, es recoger la basura que encuentro en los lugares geniales donde aparco vivo.

Es algo que no me cuesta más que 5 o 10 minutos y me sienta bien.

Hablaré de esto más adelante.

Pero me doy cuenta que esto está de moda. Me encanta.

¿Qué he aprendido?

Diría que para comprar en un supermercado tradicional, sin utilizar plásticos, hay que cambiar el chip.

No es lo ideal, pero se puede.

Solo hay que hacerlo de otra forma.

Para poder ir a un supermercado y hacer la compra sin utilizar plásticos, algo que me ha funcionado es ir sin lista.

Yo lo que hice en agosto (y lo que sigo haciendo ahora), era pasearme por el supermercado y fijarme en todo lo que no tiene plástico (que es mucho) e ir pensando en qué podía cocinar con dichos ingredientes.

Al final me daba cuenta de que compraba cosas que no necesitaba. Pero como no tenían plástico… tenía que aprovechar.

Con esto quiero decir que tenemos muchas posibilidades.

Creo que en Europa, podemos optar a muchísima más comida sin plástico, de la que tienen a su alcance, con y sin plástico, en muchísimos otros países.

Somos privilegiados, tenemos que ser conscientes de ello.

Algo que compro siempre son plátanos. Una fruta que me encanta y que además es barata.

En algunos grandes supermercados los encuentras envueltos en bolsas de plástico.

La solución ha sido muy fácil.

Si no los encontraba sin envoltorios, no compraba plátanos, pero compraba otras frutas. Será por posibilidades.

Lo que está claro es que no vas a poder seguir yendo al mismo supermercado de siempre y seguir comprando los mismos productos sin usar plástico.

Hay que hacer cambios.

Muchos me ha preguntado por los yogures por ejemplo. Están los Pastoret, que además de estar buenismos y venir en envases de cartón, es una empresa con una historia genial.

Para la leche siempre puedes hacer tu propia leche vegetal, que es fácil de hacer, casi gratis, no utilizas envases y es bastante más sostenible.

Incluso en muchas ciudades puedes encontrar máquinas con leche de vaca en botellas retornables de cristal.

Una situación que Eider ha compartido conmigo y me encanta, es lo siguiente:

Voy a una ferretería a comprar algo. Me lo dan con plástico y me dicen que no hay otra opción. Le digo que estoy intentando evitar el plástico y que sintiéndolo mucho no lo voy a comprar.

Si esto le pasa una vez, puede no cambie nada, pero si le pasa dos o tres veces, probablemente en su siguiente pedido intente evitar el plástico en sus productos.

#boicotalplastico

¿Es más caro comprar sin plásticos?

Llevo mucho tiempo anotando todos mis gastos, así que tengo el dato.

Curiosamente ese mes de agosto he gastado mucho menos en comida.

Unos 80€ frente a 150€ que es mi media.

Hasta ahora no sabía muy bien a qué se debía, pero ahora creo que ya sé el motivo.

He comido más sano y no he comprado apenas comida ultra procesada.

Es curioso, pero algo que he aprendido, es que muchas veces la comida más difícil de encontrar sin plásticos, es la que menos saludable para nosotros.

Galletas, bollos, congelados, cereales…

Un gran descubrimiento

En redes sociales compartí un video de un contenedor de un supermercado de Noruega.

Realmente eran dos contenedores llenos de comida, en buen estado. Casi toda envuelta en plástico.

Además de fabricarse muchísimo plástico para que acabe en la basura, un tercio de la comida que se produce acaba en un contenedor.

Ha habido muchas asociaciones intentando luchar contra esto. Incluso hace unos años yo mismo pensé hacer algo.

Pero ahora ha aparecido una empresa que me encanta y que le auguro muy buen futuro.

Se trata de TooGoodToGo.

Lo que hacen es rescatar comida de tiendas de alimentación, restaurantes, panaderías… de que vaya a la basura Lo que hacen es venderla a precios irrisorios a través de su App.

Esto es lo que recolecté, en una frutería en la Costa Brava, hace un par de días.

Todo esto me costó tres euros.

Es bueno para todos, así que no dudéis en utilizarlo.

Solución contra el uso indiscriminado del plástico

Veis que hasta ahora no he mencionado las tiendas a granel. Es porque no las he usado.

Por supuesto te hacen la vida más fácil y son muy aconsejables si quieres vivir sin plástico, pero no son obligatorias.

Creo que la solución para luchar contra el plástico sobre todo está en nuestras manos.

Haciendo boicot al plástico las empresas dejarán de usarlo.

Si la demanda cambia, la oferta cambia. Recuerda el ejemplo de la ferretería.

Se usa tanto porque el plástico es prácticamente gratis.

Si un envoltorio de plástico costase un euro, las empresas harían todo lo posible por evitar usarlo.

Sabéis que vivo en los mundos de yupi, pero es que yo veo la solución muy fácil.

Multiplicar el precio del plástico por diez y que nosotros hagamos lo posible por evitarlo.

Sencillo.

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