Desde que he vuelto es una de las preguntas que más me hacen. ¿Que haces en un día normal? ¿No te aburres?

Casi todos los días son distintos con este estilo de vida, pero sí que hay ciertas cosas que se repiten.

Las mañanas

Mis mañanas empiezan pronto, lo normal es que para las 7:00 ya esté desayunado y con el ordenador encendido. Prácticamente todas las mañanas las dedico a traviajar y a estudiar.

Ahora mismo tengo dos paginas web en marcha a parte de este blog. Además de esto tengo algún proyecto más en marcha del que espero hablaros pronto. Una de las cosas buenas de tener tiempo es que cada vez tengo más y más ideas en la cabeza.

Estoy estudiando SEO (posicionamiento en buscadores web) por mi cuenta, es entretenido y muy necesario para desarrollar webs. Otra cosa que he empezado a estudiar diariamente es Francés. Lo hago ya que en estos últimos 6 meses viajando por Europa me he dado cuenta de en cuántos países del mundo se habla.  Los que ya conozco son sitios que me han encantado y los que no, son algunos que me encantaría conocer; Polinesia Francesa, muchos paises de África, Isla Reunión, Mauricio, Seychelles, Madagascar, Nueva Caledonia…

 

 

Muchas veces suelo hacer un descanso a la mañana para dar un pequeño paseo y despejarme, si el amanecer es bonito aprovecho ese momento.

Hacia las 12:00 suelo empezar a pensar en la comida. Me gusta probar recetas nuevas, así que este es el momento donde miro lo que tengo y busco recetas con esos ingredientes. Siempre cocino para dos viaje solo (de momento), lo hago para no tener que cocinar a la noche. Mi cena suele ser lo mismo que he comido el día anterior.

 

Tardes

 

La segunda mitad del día es la que más variaciones suele tener. Lo que siempre hago es leer, visitar la zona el la que estoy, pensar donde voy a pasar la noche y hacer algún recado. Siempre hay algo que hacer cuando viajas en furgoneta: hacer la compra, ir a por agua, arreglar algo, conducir, lavar la ropa, buscar mi próximo destino, limpiar…

Ceno pronto, es algo que siempre me ha gustado, pero ahora lo hago incluso antes. Como es invierno y en cuanto se va el sol empieza a hacer frío, lo normal es que nada más terminar de cenar convierta el sofá en cama y me meta dentro, me quedo sentado pero con las piernas extendidas y el nórdico tapandome, me encanta este momento.

Ahora es cuando leo o veo algo en el ordenador, últimamente veo muchos documentales o charlas sobre sueños lúcidos, ya que una forma para tenerlos es pensar en ello antes de dormir.

 

 

Para las 22:00 ya estoy soñando, seguramente con algo loco y con alguien con el que no tenga mucha relación, llevo todo diciembre escribiendo mis sueños, me parece alucinante.

Mi mayor lujo es tener tiempo, y me encanta.

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