Verborrea mental: Capítulo dos

Verborrea mental: Capítulo dos

No se vosotros, pero yo siempre me sentido atraído por la gente diferente a los demás, la gente más original. Y puede que ahora mismo esté aquí por eso. Hoy hablaré sobre la gente «rara».

 

 

Berlín

Creo que cada día es más difícil encontrar, de forma natural, a gente que no hable de una película que está arrasando, de una noticia que está en boca de todos o de la serie que todos ven. Por eso ahora mismo estoy «atrapado» en Berlín. Me gusta la gente que vive aquí, tienen una vida más alternativa y unas conversaciones….diferentes.

Templehof es un sitio donde pienso que la concentración de este tipo de gente es muy alta, ahora mismo mientras escribo esto, hay un chico con zapatillas de colores tocando la armónica y el xílófono cerca mío, qué más puedo pedir (ahora se ha unido una chica con un violín y tocan la canción del libro de la selva).

¡»Raros» del mundo!

Me gustaría hacer un llamamiento a todos los «raros» que hay ahí fuera e invitarles a que hablen de lo que se les pase por la cabeza, que nunca tengan miedo a decir, lo siento pero es que no me apetece hablar de Juego de Tronos.

Creo que las noticias, el marketing y la sociedad no ayudan a ser diferentes. Esto nos lleva por un camino en el que la mayoría vivimos una vida muy parecida, no lo se, es solo una reflexión.

 

 

Gracias internet

Tenemos la gran suerte de vivir en la época de internet, donde tenemos a nuestro alcance miles de películas, miles de grupos de música y miles de libros. Vamos a aprovecharlo e intentémos rodearnos de cosas de las que no todo el mundo se rodea.

Ser diferentes es más genuino y más divertido. Una sociedad en la que todo el mundo tiene gustos y creencias parecidas no creo que sea algo que nos ayude. Seamos curiosos y no sintamos vergüenza de decir qué es lo que nos gusta.

Se supone que ser un triunfador es poder cambiar de coche cada 5 años, comprar una casa, tener un trabajo en el que ganes mucho dinero, casarte y tener hijos. Esto seguro que le hace feliz a muchísima gente, pero esto no tiene que ser lo que te haga feliz a ti, simplemente es lo que nos venden que es la felicidad.

 

Por favor sigamos siendo diferentes, no queramos estandarizarnos.

Si no leíste la primera parte de verborrea mental, la puedes encontrar aquí.


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