Rompe la linea (II)
artículo escrito por Laura Ruiz Martinez (@nanuninusporelmundo)
Esta es la continuación del post Rompe la Línea, échale un vistazo si no lo has leído aún, AQUÍ.
Una vez más, no concebía que el dinero me estuviera limitando. Eso llego unos tres meses después cuando comenzaron a desaparecer todos esos pensamientos que nublaban mi mente poco a poco, la Lala de siempre comenzaba a tener ideas remotas, a indagar sobre las maneras de como hacerlo y no rendirme ante la barrera económica que esto podía suponerme. Me negaba a tener que estar tres años ahorrando con mucha suerte, para comenzar a vivir mi sueño de viajar por el mundo.
Cada vez nos vamos haciendo nosotros solitos mucho más fuertes mentalmente, sí que es verdad que la vida nos ayuda y mucho a afrontar cosas que no esperamos en el camino, pero nosotros tenemos que incentivarnos a salir de la zona de confort habitualmente. En serio, debería ser una obligación, porque si no, cuando nos golpean, nos hundimos a unos cuantos metros bajo tierra y os aseguro que salir de ahí, es para los valientes.
Por eso, comencé a preguntarme y de hecho ahora está práctica la hago a menudo con todo. Me pregunté, como podría hacerlo con menos dinero y una vez tenía la respuesta, volví hacérmela y ahora, con mucho menos, y así hasta agotar mis respuestas. Por ahora, ya que a medida que sigues viviendo y viajando, descubres infinitas e incluso remotas ideas que aún no te habías planteado.
Y así fue como un día cualquiera, volviendo de mi trabajo, allí en Alemania, me llego la inspiración, algo me hizo clic y pensé, como no lo había pensado antes.
Saqué cuaderno y boli y comencé a hacerme las siguientes preguntas:
¿Qué necesito, lo más básico, para vivir en mi furgoneta?
Teniendo en cuenta, que en mi caso me planteé, que estuviera aislada sobre todo para mis niñas perrunas, que, además tuviera algún sistema de ventilación, pero queríamos pasar desapercibidas, así que instalamos dos claraboyas. Que la cama fuera fija y alta, así poder aprovechar lo de abajo como trastero. Mi prioridad no era una furgo bonita, como las que veía en Instagram o las muestras que me enseñaban en los talleres de camperización. Necesitaba algo practico, algo viable, por eso, reciclamos de una señora un mueble cocina, que era más grande de las medidas que teníamos inicialmente planteadas, pero para ir tirando, estaba como nuevo.
Queríamos una mesa que saliera de la cama y dos butacas a los pies de la cama, pero vimos que era un gasto no imprescindible y podíamos tirar con la mesa y sillas plegables del Decathlon. Prácticamente, todo esto conseguimos hacerlo con los muebles y trastos que fuimos vendiendo a la vez que íbamos vaciando el piso. Nos quedamos sin dinero, ya lo habíamos exprimido al máximo cuando acabamos de rastrelar y panelar aunque fuera de abajo a arriba, sin terminar con el friso, simplemente para evitar que mis perras jugando rompieran el kaiflex, ya que son bastante traviesas.
Ni electricidad, ni sistema de agua, lo único, una bombona de gas que aún nos dura. Ya que en Alemania cada cartucho te cuesta cuatro euros en Decathlon y en gasolineras a partir de cinco euros. Algo que no nos salía nada rentable mensualmente.
Compramos cuatro garrafas de veinte litros por eBay que nos costaron doce euros y una ducha con bomba que se carga a USB en la furgoneta y está costo unos cuarenta euros pero nos funciona de maravilla. El agua, especialmente en Alemania, la cogíamos o en la gasolinera que no todas tienen o un truco, en los cementerios, allí siempre hay agua. Con esto ya teníamos el problema de fregar, asearnos y ducharnos más que solucionado. ¿Pero y el tema eléctrico?
Barajamos en comprar generadores, pero allí en Alemania, tienes muchas áreas de autocaravanas con luz y agua potable gratuitas. De hecho, encontramos una preciosa y muy tranquila cerca de dónde estábamos trabajando y prácticamente vivíamos allí.
Así que solo nos hizo falta, el cable que sueles utilizar en los campings para enchufarnos a la corriente eléctrica y teníamos dos baterías auxiliares de 20.000 mah que íbamos recargando para cuando nos movíamos y no teníamos esa suerte de poder conectarnos gratis como sucede aquí en España.
¿Cómo iba a trabajar?
Tenía en mente en aquel momento lanzar varios proyectos online los cuales, ya he lanzado alguno, pero justamente en Alemania, es muy fácil encontrar trabajo, si no eres muy tiquismiquis, así que estuvimos viajando a Baviera, cerca de Múnich, aquello es precioso y después nos fuimos dirección Mainz que esta muy cerca de la capital de Frankfurt. Hasta que nos sentíamos tan libres, y tan motivadas de estar viviendo ya un tiempo, con tan poco, tan sumamente poco, que a dos días de acabar el estado de alarma cruzamos con miles de dudas la frontera de España. Era un momento difícil y lo sigue siendo para muchísimas personas, pero siempre hemos sido muy confiadas y valientes. Y justo dos días después, ya estábamos trabajando. Si, en la hostelería, pero cuando te das cuenta de que no necesitas tanto para vivir, que ya no necesitas hacer cuarenta horas, sino que con veinte ya vives bien, te liberas de tanto materialismo y te sientes realmente libre, al menos, está es mi experiencia.
Ahora sí que estamos trabajando un poco más, ya que queremos hacer un colchón para poder estar viajando todo el dos mil veinte y uno. Yo estoy aprovechando para lanzar varios proyectos y en particular el mío como Coach.
Pero no hace mucho, he creado un podcast llamado “Rompe la línea” el cual os invito a escuchar un nuevo episodio cada viernes. Lo podréis encontrar en siete plataformas, como Spotify, Apple Podcast, Google podcast, iVoox, etc.
Rompe la línea, nace de un proceso evolutivo mío y el cual, espero poder ayudar a más personas en la misma situación o al ser posible difundir el mensaje de que hay muchas formas de vivir y no tan sola la que nos dictamina la sociedad.
Cada dos semanas entrevisto a personas, que están en proceso o que ya lo han conseguido, para que nos cuenten cuáles fueron sus miedos que tuvieron que afrontar, cómo se lo tomó su entorno y cuál es su gran proyecto presente y como aprecian sus vidas en estos momentos.
Son valientes como tú y como yo, que un día decidieron vivir de una forma alternativa, sea de mochilero, con una bicicleta, en una camper o una granja en mitad de la nada.
Aunque todas mis experiencias son la suma de quién soy a día de hoy y obviamente jamás me arrepentiré, debo decir, que ojalá antes hubiera descubierto todo lo que sé ahora. Por eso, ayudar a las personas es mi misión ahora mismo, intentando aportar contenido de valor, ese que me hubiera gustado a mí encontrar hace diez años. Creo que, entre todos, podemos difundir a las nuevas generaciones que decidan lo que decidan hacer con sus vidas, sean conscientes del gran abanico de posibilidades que hoy en día tenemos para vivir una vida alternativa. Si eres artista y te gusta viajar, porque no actuar en la calle de cualquier país al que te desplaces. Yo me lo estoy planteando, no como trabajo a tiempo completo, pero si, como una manera de expresarme, divertirme, conectar con las personas y ver ese lugar de una forma distinta.
Hoy en día solo hace falta ganas de aprender, de salir de tu zona de confort, un ordenador y coraje para afrontar todas las barreras mentales que te irá poniendo con mucho gusto tú mente en el camino.
Pero si esto del mundo digital no lo veis claro, no os preocupéis, podéis hacer como nosotras ahora, trabajar tres o cuatro meses y depende el destino que elijáis podréis vivir viajando un año. Eso si, no nos engañemos, todo es cuestión de prioridades, tendrás que aprender a despojarte de todo lo material que te rodea, de no salir tan a menudo a comer fuera, de contabilizar todos tus gastos por insignificante que parezca para poder alargar mucho más tu viaje. Créeme, sentirte libre, liberarte del consumismo, de esa burbuja donde el ochenta por ciento de la población está sumergido, salir de Matrix, es cuestión de una decisión, un solo paso hacía delante, con coraje, escuchándote a ti como única prioridad. «Romper la línea invisible que separa tus miedos de la acción»
Si leerme, te ha hecho reflexionar unos segundos, haz un ejercicio sencillo pero muy valioso, escribe en una hoja, los pros y contras de tu vida actual y los pros y contras de esa vida que anhelas y simplemente, ves dándole vueltas, quizás, un día nos encontremos en algún lugar del mundo, pero hasta entonces, recordad que podréis seguir todas las cosas buenas y malas que me sucedan, tanto en Instagram como YouTube, como nanuninusporelmundo. Nosotras dimos el paso y ya son casi cuatro meses viviendo en nuestra furgoneta con lo más básico, sin lujos, pero con muchas ganas e ilusión y de verdad, no nos falta de nada.
¡Hasta pronto familia!
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