Ya os he hablado del miedo antes, de cómo fue el día de mi 32 cumpleaños enfrente del Mont Blanc. Por si os lo perdisteis aquí podéis ver como fue. No me considero alguien miedoso, pero hace un par de noches tuve una sensación un tanto incómoda. Estaba conduciendo hacia el norte de Gales, cuando después de bastante tiempo, en la carretera, empecé a buscar un sitio donde pasar la noche. Vi una señal de carretera sin salida. Me encantan estas carreteras, muchísimas…
La gente me toma por un aventurero, pero…¿y si esta vez me rindo?. Por si no has leído la parte uno, te recomiendo que la leas antes de seguir. Me gustan las aventuras que están a mi alcance y que siento que las domino en todo momento. Hacía poco me había encontrado una cartel que decía que faltaban 55 minutos para el lago y yo me sentía muy cansado. En este momento me senté en unas rocas y estuve pensando…
Hoy os voy a hablar del miedo y de aprender. El otro día fue mi cumple. Cumplí 32 añitos. Recibí uno de los mejores regalos que he recibido nunca. No era nada material, pero si había costado lo más valioso que todos tenemos. Tiempo. ¿Cómo celebre mi día? Me fui a los Alpes, concretamente a Plaine Joux. Enfrente del Mont Blanc y de una pista de despegue de ala delta y parapentes (me encantan estos lugares). ¿Un sitio genial verdad? pues…