El miedo de viajar solo
Artículo escrito por Jacobo Rubiano
(@jacoboviajero)
Pues sí, fue miedo lo que sentí en el momento que decidí hacer mi primer viaje solo. Fue en 2015, tenía 18 años y estaba sentado en mi escritorio viendo en Instagram cómo los viajeros del mundo conocían lugares inimaginables.
Me pregunté ¿Por qué no hacerlo yo? Entonces, busqué un lugar que pudiera darme paz, naturaleza y aventura ¿complicado no? La respuesta es NO. Encontré demasiados sitios y me decidí por La casa en el aire, ubicada en Colombia, más exactamente en Abejorral, Antioquia.
Empecé a decirle a mis amigos para que me acompañaran, pero pasó lo típico: trabajo, estudio, compromisos, etc. Nadie pudo ir conmigo. Me armé de valor y le dije a mi familia que iría solo, con los miedos que a todos nos dan, robos, accidentes y demás cosas; parecía un perro con la cola entre las patas, pero inicié mi viaje.
Comienza la aventura
Al principio, llegué a la casa de un amigo en Medellín para quedarme unos días y emprender mi camino. Llegué al terminal de la ciudad con miedo, sin saber qué me esperaba. Cuando uno está solo piensa que todo el mundo lo está viendo raro, pero no es así. Por mi parte, yo nada más era una persona que iba a viajar.
Cuando faltaban 30 minutos para llegar al destino nos detuvo un derrumbe, por lo cual me tocó caminar por una vereda cuyo nombre no tenía ni idea. Por suerte, encontré a un señor muy amable que me acercó en su moto hasta la entrada del lugar, siendo yo un completo desconocido para él. Eso me demostró que sí hay gente que actúa de buena fe, sin esperar nada a cambio.
Al llegar, pensé que iba a ser el único viajando solo. Para mi sorpresa no fue así, había cuatro personas más viajando solas como yo. Todos ellos compartían sus experiencias, mientras que yo como era un novato en el asunto, solo prestaba atención e imaginaba cuándo podría contar mis propias historias. Por fortuna, todos quedamos como muy buenos amigos.
Pasión por el viaje
Hoy en día soy un apasionado por viajar, disfruto cuando estoy solo y también cuando tengo compañía. En el día, en la noche, los amaneceres y los atardeceres. La idea es aprovechar al máximo cada momento y disfrutarlo.
No esperes a que sea muy tarde para iniciar tu viaje, lo único que tienes que pensar es cuál será tu próximo destino. Te vas a encontrar con personas que te ayudarán y se convertirán en muy buenos amigos y lo mejor, vas a tener las mejores experiencias de tu VIDA.
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