Independencia a lo grande… o pequeño
Artículo escrito por
Sergio y Cristina
(@vaciaelpoti)
Muy buenas a todos los lectores de Viajando Simple, somos Sergio y Cristina del proyecto Vacía el poti y eternoviajero.org, pero ya os hablaremos de eso más adelante. Como habéis leído en el título nuestra historia comienza con dejar la casa de nuestros padres para irnos a una vivienda los dos juntos y solos, algo que en una gran ciudad como Barcelona es muy difícil cuando se tienen 20 y 22 años; os haremos un resumen:
Sergio vivía en Madrid y yo (Cristina) en Barcelona, nos conocimos por redes sociales y al cabo del tiempo quedamos y empezamos una relación a distancia, hasta que llegó el momento de vivir juntos. Debido a los precios de los alquileres (carísimos) tuvimos que buscar una opción y al final decidimos comprar una caravana, esta la compramos en Madrid y la trajo Sergio (con 1 año de carnet) a Barcelona en un largo viaje de 11 horas.
Tuvimos que arreglar la caravana poco a poco con el presupuesto que íbamos ahorrando. Además, tuvimos suerte porque Sergio encontró trabajo en una semana, así que en un mes y medio aproximadamente ya teníamos terminada la restauración y llevamos la caravana a un terreno que encontramos a buen precio (alquiler) en un pueblecito cercano a Barcelona.
Tuvimos que meter la caravana dentro del terreno con un camión pluma porque no entraba por la puerta jeje. Allí estuvimos viviendo unos meses pero sentíamos que algo nos faltaba, teníamos un vehículo vivienda pero no podíamos aprovechar la versatilidad que estos tienen, viajar y vivir al mismo tiempo.
Después de meditarlo durante unos días decidimos vender la caravana para comprar una furgoneta de carga y camperizarla con nuestras manos.
Pasamos días con bastante ansiedad porque habíamos pagado el alquiler del terreno hasta una fecha y la caravana no se vendía. Tuvimos que bajarle mucho de precio, pero al final lo logramos y pudimos comprar la furgoneta camper, que además estaba averiada con junta de culata (y muchísimas otras cosas).
Nuestra experiencia con la furgoneta
Estábamos muy contentos con la furgoneta de carga, una Nissan Interstar 3.5 Gran Volumen L3 H3. Nos costó muy barata por estar averiada, habíamos previsto un gasto de unos 1000 € para la junta de culata, y al final nos gastamos más de 5000 € porque estaba averiada de prácticamente todo.
Para colmo, el taller al que la llevamos tardó meses en arreglar todo y tuvimos que trasladarla en grúa de Barcelona a Madrid. La terminamos de arreglar nosotros en una finca de la familia de Sergio.
Al fin, después de varios meses para arreglar todo hicimos la camperización, le pusimos aislamiento, panelado, panel solar plegable, batería, luces, cama, ducha, armario, fregadero, depósitos de aguas sucias y limpias, por supuesto el poti jeje y muchas cosas más (Tenemos un vídeo en nuestro canal de YouTube explicando todo).
Dejamos nuestros trabajos y estuvimos viajando por España, viviendo muchas aventuras, incluso rescatamos una gata que se metió en la furgoneta camper, de estos viajes no tenemos muchos vídeos porque nos centramos en vivirlos, pero con los nuevos acontecimientos sí documentaremos más todo.
La pandemia y un proyecto nuevo
Y esta parte de la historia ya la hemos vivido todos, aunque cada uno de una forma diferente, dejamos de viajar porque empezamos un nuevo proyecto, una escuela de baile y artes. Pero justo el día que íbamos a hacer la inauguración nos pilló la pandemia.
Después de esto yo tuve que pasar la cuarentena con mis padres y Sergio decidió pasarla en la furgoneta. Al final, como no se podía ni vaciar el poti, ni aguas sucias, ni mover la furgoneta, hubo que buscar formas de tomar el sol a parte de ir a comprar y, sobre todo, para acudir a la llamada de la naturaleza…
Cuando ya se relajó todo Sergio se vino unos días conmigo. Además de poder volver a la escuela a organizar todo para la apertura, de camino pasamos con el coche cerca de la furgoneta y vimos algo raro que estaba en medio de la calle. Nos acercamos y nos habían dado un golpe, habían desplazado la furgoneta varios metros hacia delante y además la habían dejado en medio de la carretera, menos mal que había una nota.
En resumen, hubo que vender esa furgoneta porque toda la camperización se había destrozado y nos habíamos desilusionado muchísimo. Después de todo lo que pasó para dejarla «bien», tampoco la pudimos vender a buen precio, para que os hagáis una idea la vendimos casi por el mismo precio que la compramos.
Viviendo en un coche
Sergio estuvo viviendo unos meses en un coche que camperizó el mismo. A su vez, yo estuve más centrada en la escuela mientras Sergio se encontraba y desarrollaba su proyecto Eterno Viajero, canal de YouTube donde cuenta sus reflexiones, coche camper, viajes, etc.
Al final, después de todas estas vivencias, espero que no haya sido pesada toda esta información. Hemos decidido volver juntos al mundo camper y esta vez esperemos que sea interesante también. En unas pocas semanas compraremos una autocaravana (ya el trato está cerrado) para vivir allí aparcados, viajar de vez en cuando, restaurar esta caravana a nuestro gusto (documentaremos todo) y seguir con nuestros proyectos juntos.
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