Artículo escrito por
Maximiliano y familia
(@unaaventurade5)

Antes que nada nos gustaría presentarnos.

Somos Una Aventura de 5 , Eleo, Nehuén, Yrian, Juno y Maxi, quién les escribe.

Eleo y yo somos oriundos de Argentina, ella de la Patagonia, más concretamente de Bariloche, yo de Avellaneda, una ciudad de la periferia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y nuestros tres chicos son andaluces de nacimiento.

Hace casi un año que vendimos nuestra casa, nuestro coche y dejamos nuestros trabajos y vidas «normales» y nos tiramos a la piscina de vivir viajando de cabeza y con flotas. Ahora que ya podemos decir que tenemos algo de experiencia en el asunto, aunque nunca es suficiente, vamos a reconocer tres errores que podríamos haber resuelto antes de comenzar el viaje, y esperamos que si estás leyendo este artículo con la idea de cambiar de vida, te sirvan de ayuda.

Ahora sí, al grano

Si bien cometimos toda clase de errores, desde los más obvios, hasta los más delicados, que dependían de una alineación planetaria para que se den, los hicimos, porque no nos gusta dejar a nadie ni a nada de lado.

Pero vamos a resaltar tres puntos que consideramos muy importantes, sobre todo porque de haber hecho esto antes de comenzar el viaje, hoy por hoy estaríamos contando otra historia.

Traviajar

El primero es el sustento del viaje, nosotros comenzamos la aventura tirando de ahorros, y hace unos meses decidimos dar a luz dos proyectos: IQ Studio, un estudio de diseño, porque eso era algo que hacía cuando todavía vivía hace mucho, mucho tiempo en un lugar muy lejano, llamado Buenos Aires.

Mientras que Eleo por su parte, junto con Amparo, su socia, crearon La Academia de Mamá, un espacio para ayudar a familias que buscan una forma diferente de educar a sus hijos.

Ambos proyectos todavía no están dando los frutos que nos gustaría, pero nos representan y son los que consideramos que se pueden acomodar a nuestra vida de la mejor manera, ya que la principal intención detrás del viaje era la de pasar más tiempo juntos en familia.

Está claro que también está la posibilidad de trabajar de lo que sea y parar por un tiempo para poder juntar algo de dinero y seguir, pero la idea de ser nómadas digitales nos permitiría parar cuando nosotros quisiéramos y no cuando fuera obligatorio, algo que es de agradecer.

Por eso nuestra recomendación para cualquiera que esté planteándose la opción de vivir viajando es que intenten generar ingresos lo antes posible.

Nosotros veníamos hablando de dar este salto desde el 2018, por lo que tuvimos tiempo de sobra y no lo hicimos.

Bendito GLP

Si bien instalar, en nuestra Chancha, un kit de GLP fue algo que hablamos antes de comenzar el viaje, decidimos que, como sabíamos que nuestro viaje iba a tener una etapa inicial de unos 5 meses, íbamos a pasar la primera etapa, prescindiendo de este para tener una toma de contacto y evaluar si compensaba pagar por el Kit y la instalación.

Nuestro periplo inicial nos llevó por tierras galas, germanas y helvéticas… en invierno. Les voy a hacer un spoiler. El no instalar un kit de glp fue un error. Pero vamos a intentar justificar esta declaración porque si no se acaba el artículo prontito.

Las bombonas españolas sirven solo para…¡guarda, cuidao!… ¡España! Claro que resulta obvio, pero lo que nosotros no tuvimos en cuenta fue que conseguir bombonas en otros países no siempre es una tarea fácil y mucho menos barata.

En Francia y en Alemania las bombonas costaban unos 35 euros aproximadamente, a lo que había que sumar el dinero de depósito por el “alquiler” de la primera bombona.

En Francia se podía hacer todo el proceso desde casi cualquier gasolinera, pero en Alemania, había que ir a sitios especializados, ya que ellos tienen dos tipos de bombona, las grises, que son las más comunes, pero que estas no se alquilan, por lo que había que soltar unos 60 euros por la bombona que nunca más íbamos a volver a ver y luego tenían las rojas, que sí se podía alquilar, que si bien, la fianza era la misma, esta sí volvía a su bolsillo o cartera de origen.

En Suiza, como es de esperar, el precio de la bombona subía considerablemente hasta los 50 euros (dato de enero de 2022). Nosotros estábamos consumiendo una bombona cada 6 días, ya que la calefacción estaba encendida prácticamente toda la noche. Por lo que la aventura invernal se cerró con unos 250 euros gastados en Propano y el Kit de GLP costó 350.

Así que nuestra segunda recomendación es que, si piensan viajar por Europa, una botella de GLP es un requisito fundamental, digo una y no dos, para quienes tengan espacio para más de un botella, porque hay países donde conseguir gasolineras para repostar GLP se complica o es directamente imposible, ya que no disponen de él.

Por cierto, si quieren saber cómo instalar vosotros mismos su kit de glp pasen por nuestra web donde pueden encontrar el artículo “Instalamos Un Kit De GLP Y Te Contamos Todo” donde contamos cómo lo hicimos sin sucumbir en el intento.

La Maldición de la ITV Anual

Y el último puntito que nos gustaría resaltar es un detalle que ni siquiera nos planteamos, y que trastocó nuestros planes y los sigue haciendo. Fue un baldazo de agua fría al que tuvimos que aprender a tragar y sobrellevar.

Antes de comprar la Chancha barajamos varias opciones, la primera era construir nuestra casita con ruedas partiendo de una furgo, pero al ser 5 personas, esta opción quedó descartada.

Empezamos a jugar con la idea de tomar un camión o chasis de cabina doble y sobre eso poner una caja, pero nos dimos cuenta de que el largo máximo de esa caja iba a ser 4 metros y medio y no nos animamos a meternos a vivir en un espacio tan pequeño, vimos buses y minibuses hasta que llegamos a la conclusión de que lo que mejor se adaptaba a nuestros sueños era una autocaravana.

Vimos autocaravanas nuevas, pero dada la situación de Covid que se vivía en el momento, nadie garantizaba la entrega de uno de estos bichitos para antes de junio de 2022. Empezamos a buscar de segunda mano y después de meses de búsqueda dimos con nuestra querida Chancha.

Era una Rápido 997M del 2007 y cumplía con todos los requisitos que nos habíamos puesto y aún más, pero traía consigo un tema: La ITV había que hacerla cada año, con lo cual, mientras estemos circulando por tierras europeas y para que nuestro seguro nos cubra, tenemos que poner un pie en tierras españolas para poder pasar por el trámite.

De nuevo, no es que sea algo de vida o muerte, pero sí implica que tenemos que planear la visita para que no nos agarre en la otra punta del continente.

Así que nuestra última recomendación es que, salvo que sus planes pasen por irse de Europa para iniciar su viaje, tengan muy en cuenta el tema de la ITV.

Espero que les haya gustado este artículo y desde aquí queremos agradecerte el haber tomado parte de tu tiempo para leerlo. Esperamos que te sea de ayuda y que con suerte nos crucemos en el camino.

Una Aventura de 5. Familia viajera.

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