DE JAPÓN A LA SAMRONETA

DE JAPÓN A LA SAMRONETA

Artículo escrito por
Estefanía Herrera
(@la_samroneta)

ESPAÑA+ARGENTINA= SOL NACIENTE

¿Dónde comenzó todo? Pues a 14000 km de aquí, en el país del sol naciente, donde hemos vivido cinco de los mejores años de nuestras vidas hasta ahora.

Que una empresa japonesa contrate a dos bailarines (española y argentino) ya es un logro, aunque más logro aún fue conocernos allí… pero esa es otra historia. Lo que estaba claro, era que una experiencia así no la podíamos desperdiciar.

Y es allí, en Japón, donde se despertó el espíritu furgonetero que llevábamos dentro. Nos compramos una furgoneta pequeñita tipo huevo, marca Subaru, y nos pareció lo mejor del mundo.

Los asientos se plegaban totalmente. Nos dejaba espacio para echar un futón, dormir dentro, y así poder viajar y conocer el país. Pusimos una balda en altura que nos permitía llevar más cosas, un camping gas, nuestras mochilas… Éramos los más felices del mundo.

furgoneta en Japón

¡Y eso fue lo que hicimos! Recorrimos kilómetros y kilómetros de norte a sur, cogiendo ferries, descubriendo los paisajes más verdes que hayamos visto. Conocimos el verdadero Japón.

Algo que nos preocupaba bastante era si el país estaría preparado para viajar de esta manera y la respuesta fue: SÍ, claramente.

Teníamos lugares fáciles donde pernoctar, ofuros (baños termales) donde ducharnos por todas partes y tiendas 24 horas que hacían que cocinaras en cualquier parte y a cualquier hora. Por no hablar de los japoneses, amables en todo momento ayudándonos y facilitándonos la aventura. Teníamos la suerte de que hablábamos algo del idioma y la verdad que todo fue más sencillo.

Uno de los recuerdos más bonitos fue la ruta de los lagos del Monte Fuji, ya que aparte de su belleza lo pudimos disfrutar con unos amigos que también llevaron su furgo. Siempre recordamos con cariño anécdotas de este viaje.

Fue allí cuando decidimos que al volver a España tendríamos una furgo y la camperizaríamos nosotros mismos.

Furgoneta en Monte Fuji

Llegó el momento

El año pasado con el parón de la situación dijimos es AHORA O NUNCA. Por fin teníamos tiempo y había que mirar la situación en positivo, desde otra perspectiva. Así fue que empezó el proceso de camperización de nuestra querida SAMRONETA.

La idea para nuestra furgo era reciclar materiales, hacerla de manera rústica y artesanal. Teníamos claro que le queríamos dar una forma creativa, ya que los modelos que vienen de fábrica no nos gustan. 

El encanto de la Samroneta es precisamente poder decir: esta madera era de un mueble viejo o de unas puertas que nos encontramos, sobras de un suelo de una construcción o unos tapones de corcho que usamos como tiradores.

furgoneta rústica

¿Por dónde empezar?

Primero, fue saber las necesidades que queríamos tener cubiertas según el modelo de furgo y, a partir de ahí, pensar la distribución. 

Al ser la primera, vas con pies de plomo y más lento, sintiendo que no hay avance porque el trabajo que no se ve, el pesado o al que yo llamo “trabajo sucio” es el menos gratificante y el que más cuesta hacer.

Una vez pasada esa barrera te empuja de nuevo la ilusión porque empiezas a ver lo bonito, lo más estético. Comienzas a imaginarte cómo será, hasta pones (una y otra vez) cositas de decoración que ya tienes para imaginarla terminada.

Después de muchos días este fue el resultado.

samroneta camperizada

Una furgo bombón que nos da la libertad de hacer nuestras escapadas con nuestras perritas SAMBA Y ROMA (de ahí el nombre de la Samroneta) y así seguir descubriendo lugares maravillosos.

Esto se nos va de las manos

Cuando parecía que la historia terminaba ahí, vino el “esto se nos va de las manos”. Empezamos a darnos a conocer más y la gente comenzaba a preguntarnos si hacíamos camperizaciones. Nos dijimos: ¿por qué no?

Teníamos el tiempo valioso que se necesita para hacerlo y comenzamos con la primera por encargo. Para hacerlo más atractivo nos retamos a tenerla lista en 21 días. Fue algo que tuvo a todos en vilo por las redes sociales. El resultado fue maravilloso pero agotador.

Ahí fue cuando nos planteamos que esto podría ser nuestro futuro trabajo y, en realidad, ya lo estaba siendo.

camperizadores

Nuestro nuevo futuro

Nos empezaron a contactar clientes que huían un poco de la furgo ya prefabricada y a los que les gustaba mucho nuestro trabajo. 

Sin querer estábamos metidos dentro del meollo. De repente, en casa solo hablábamos de términos camper, homologaciones, placas solares, fichas técnicas, tipos de madera, etc; sin darnos cuenta que estábamos haciendo un master en cómo camperizar furgonetas.

Tanto era la implicación, que se nos pasaban las horas volando. Era de madrugada y estábamos buscando todo tipo de información o mirando vídeos

Cada trabajo que hacemos es totalmente personalizado, artesanal y lleva puesta la misma o incluso más ilusión de la que pusimos en nuestra primera furgo. Queremos que el cliente sienta su mini hogar con ruedas, acogedor y cálido. Ese es el sello de la Samroneta.

Nuestra idea es seguir creciendo y transmitir este espíritu furgonetero y aventurero a todo el mundo.

¿Cómo valoramos este estilo de vida?

Teniendo en cuenta que por nuestra profesión hemos viajado mucho, que cuando llevamos un rato en un sitio ya nos queremos ir a otro o lo que llamo yo, que somos culillo de mal asiento, la furgo nos da la vida. Para nosotros significa libertad.

No todo el mundo está preparado para vivir en una furgoneta y no es el mensaje que queremos transmitir, ese es otro estilo de vida y hay que ser consciente de ello. El nuestro es este: ser consciente de poder moverte y vivir aventuras en tiempos raros, romper con la rutina de tu día a día y, quién sabe, probablemente vuestra mentalidad cambie.

Nosotros nos reinventamos haciendo camperizaciones y en el futuro, la idea es trabajar una parte del año y la otra disfrutar recorriendo el mundo con nuestra furgo. Nada de todo esto estaba en nuestros planes.

Ahora piensa: ¿Cuál es tu no plan?

La Samroneta

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