Pues si, tras muchos meses pululando de casa en casa, he vuelto a mi hogar. La furgoneta.

Hasta ahora, debido a las restricciones por la pandemia mundial y por la falta de ITV, la furgo estaba parada aunque la usaba como estudio de grabación para mis Podcasts.

Pasar la ITV

Si no recuerdo mal, la ITV se me caducó estando en Alemania, Dinamarca o Noruega, en julio o agosto de 2019.

Como de momento no es posible pasarla fuera de Europa, pues una vez más, seguí viajando sin ella por todo Europa.

Cuando volví a casa para navidades, tenía ya la cita cogida. Pero por un problema burocrático no pude ni siquiera realizar el examen.

Meses más tarde conseguí un nueva cita y que me mirasen la furgoneta. Ahí fue como los problemas que había tenido salieron a la luz y suspendí por altas emisiones.

Tuve que cambiar el motor.

Este proceso terminó justo pasado el estado de alarma (14 de marzo).

Así que las ITV estaban cerradas.

Pasados casi dos meses, el 11 de mayo, anunciaron la apertura de las ITV de nuevo. Ahí que fui ese mismo lunes a primera hora.

Eramos varios por allí. Alguien en la entrada nos explicó que tenían que estudiar la nueva normativa y que abrirían a las 12:00 (eran las 7:30).

Como ya me olía que no sería coser y cantar, yo me había llevado el portátil. Así que me fui a un polígono cercano a trabajar.

Volví a las 11:30 y habían cambiado el cartel de que abrían a las 12:00 por el de CERRADO.

Así que me fui para casa con las manos vacías.

Segundo intento

Volví dos días más tarde. A pesar de las colas en la ITV y de sentir cierto nerviosismo, todo parecía funcionar de forma tradicional.

No lo he dicho, pero como yo iba a pasarla tras un suspenso, no me hacía falta coger cita previa (porque eso si que está más complicado).

Cuando llego al lugar donde está el técnico, me dice que como ha pasado más de un mes desde que suspendí (el tiempo en estado de alarma no computa) pues tenía que volver a la caja y volver a pagar los 48€.

No me hizo mucha gracia, ya que yo desconocía ese dato, pero volví a caja.

Finalmente hicieron la vista gorda y gracias al ingeniero (que parece que es el que manda en esa ITV), pude volver a pasarla sin volver a pagar.

Realizando la prueba de emisiones

La verdad es que tenía bastante claro que aprobaría, pero siempre hay ciertos nervios.

Me volvieron a enchufar la manguera en el tubo de escape, me hicieron acelerar a fondo y …

0,5

Ese numero, tres meses antes, era 3.0. Así que si, algo había mejorado.

No miraron nada más del vehículo y unos minutos más tarde tenía la ansiada pegatina. Una pegatina que llevaba meses sin ver.

Para celebrarlo

Estaba tan contento que preparé mis cosas y 24 horas más tarde ya estaba de vuelta en la furgoneta.

Igual hablo de esto otro día.

Pero si, estoy muy feliz.

Mucha gente me ha dicho que se nota en mi último Podcast.

Es curioso cómo después de tanto tiempo sigo teniendo todos los procesos tan interiorizados. Hacer la cama, guardarlas cosas, abrir la cocina…

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