Anécdotas en furgoneta camper | PODCAST
Hace tiempo compartí 10 excentricidades que te pueden ocurrir viviendo en furgoneta, pero hoy os quiero hablar sobre algunas anécdotas en furgoneta camper que me han pasado desde que partí, hace ya más de un año.
He grabado un capítulo hablando sobre ello en el Podcast de Viajando Simple, os dejo todos los enlaces para poder escucharlo abajo del todo.
El otro día me entrevistaron Jose y Alex, y cuando me dijeron que contase una anécdota me quedé bloqueado. Nada más terminar me empezaron a venir a la cabeza un montón de cosas increíbles que me han pasado, así que pensé que las debería de compartir con vosotros. Aquí os dejo la lista de las anécdotas que te pueden pasar en furgoneta camper.
Abrir la puerta con un palo
La primera vez que estuve en Berlín, un día que volvía del supermercado a la furgoneta, me di cuenta de que me había dejado la llave dentro. Gracias a que era verano y había dejado la ventana un poco abierta, pude despegar el derivabrisas y levantar el pestillo utilizando un palo. Vaya librada.
Rompí la ventana en Gales
En Gales, unos meses más tarde, cuando estaba totalmente solo en un bosque, salí de la furgoneta a hacer pis. Cuando volví a la furgoneta la puerta que se suponía que tenía que estar abierta se había quedado atascada y no se podía abrir. Tuve que buscar una piedra y reventar el cristal. Conté toda la historia aquí, que fue interesante porque al minuto de romper la ventana llego alguien.
Lunas tintadas
Tener lunas tintadas y estar dentro de la furgoneta es como ser invisible. En poco más de un año que llevo viviendo y viajando en esta furgoneta, he visto cosas. Un señor mirando a los lados y luego tirando basura al lado de un río, gente golpeando mi furgoneta al aparcar, alguien andando y golpearse con mi retrovisor plegándolo del golpe, parejas dándose amor…
Aunque a veces veo cosas que no quiero, he llegado a la conclusión de que me encanta tener cristales tintados, hace que pases muchísimo más desapercibido. Además entra muchísima luz dentro, recuerdo que tenía miedo que por culpa de los cristales tintados, la furgoneta fuese muy oscura por dentro. Es la primera de las 6 que he tenido que tiene este tipo de cristales, pero estoy seguro que los pondré en la próxima.
Cocina cogió fuego
Estando en Austria, la primera cocina de esta furgoneta cogió fuego. Era una cocina diferente a las que había tenido, esta se podía utilizar tanto con botellas de gas pequeñas, como con las grandes mediante una manguera. También conté este incidente aquí.
Recibir a gente en la furgoneta
Hace poco unos niños alemanes me preguntaron si podían entrar en la furgoneta, les dije que sí. Estuvieron muy emocionados tocando todo y gritando dentro de mi casa rodante, decían palabras sueltas en inglés de cosas que veían dentro de la furgoneta.
Estando en el mismo lugar, también conocí a un chico que le había dado un ataque de ansiedad en el trabajo. Era el director de un hostal con más de 1000 camas en Berlín. Ahora, él estaba pensando en dejarlo todo, comprarse una furgoneta y empezar a viajar. Estuvimos muchísimo tiempo hablando y al final me dijo que le había alegrado el día, que conocerme había sido muy especial y motivador. Que me digan cosas así es lo que más me puede gustar, sobre todo cuando es gente que está pasando un mal momento.
Pleamar en gales
Llegué a uno de los mejores lugares para dormir en la furgoneta, una playa de Gales. Ya estaba avisado de que tuviese cuidado con la marea. Así que la primera noche, después de pasar unas cuantas horas en la arena, saqué la furgoneta de la playa para controlar hasta donde subía la marea. Al día siguiente baje de nuevo a la playa sabiendo donde llegaba el agua en pleamar. Ese segundo día el agua casi llega a la furgoneta. En cambio el tercer día, la pleamar fue mayor, y el agua llegó a sobrepasar toda la furgoneta.
Os cuento todo lo que pasó aquí.
Ratón en la furgo
Durante tres días alguien más viajó conmigo. Llevé un polizón a bordo mientras viajaba por Suiza, al principio pensaba que se me había colado una polilla o algo, hasta que empecé a ver paquetes de comida rotos. Tuve la suerte que en una noche me puse a construir trampas para capturarlo (con vida) y a las 4:30 de la mañana cayó en una. Tenéis toda la historia aquí.
Casualidad el otro día entrevistaba a Maru y a Santi para el podcast de Viajando Simple y me contaban que les pasó lo mismo estando en Italia, ellos tardaron menos en sacarlo que yo.
Capítulo sobre las anécdotas en furgoneta camper
He grabado un capítulo donde hablo más sobre estas anécdotas en furgoneta camper. Éste nuevo episodio lo podéis escuchar, como siempre, en iVoox, Spotify, Spreaker, YouTube y iTunes o aquí abajo.
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2 comentarios en «Anécdotas en furgoneta camper | PODCAST»
Iñigo,
Para evitarte posibles problemas con adultos, te aconsejaría que no dejes entrar menores en tu furgo sino estan sus padres delante. Con las cosas que pasan no es extraño que la gente desconfie y más con un adulto solitario.
Por otra parte has tenido suerte que ya sea estando tú dentro (con cristales tintados) o fuera de la furgo, alguien no haya aprovechado la «intimidad» y «refugio» en un parquing muy apartado o desapacible no hayas pillado a alguien haciendo sus necesidades junto a la furgo.
A alguna pobre que no tenía otra que hacerlo de cuclillas no le digo nada sino hay ningún sitio «intimo» en metros a la redonda hago ver que no la he visto y miro para otro lado.
Pero si lo puede hacer de pie le hago ver que estoy allí y le digo que lo haga lejos de los coches de espaldas a la gente y al viento.
Salud
No lo había pensado, pero tienes razón con lo de los niños, aunque la furgo estaba abierta de par en par.
Y lo de hacer sus necesidades…seguro que lo veo pronto 😉